José María Martínez-Val Peñalosa, Catedrático de Termotecnia de la Escuela recibe hoy la Medalla de Honor al Fomento de la Invención de la Fundación García Cabrerizo, uno de los reconocimientos de mayor prestigio en nuestro país sobre la labor inventiva. La entrega tiene lugar durante la tarde de hoy en el salón de actos del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas).
La concesión de la Medalla de Honor al Fomento de la Invención de la Fundación García Cabrerizo reconoce el esfuerzo y creatividad de Martínez-Val Peñalosa, que comprende una docena de patentes, de reciente concesión, una de las cuales recibió el premio de la Fundación Madri+d a la mejor patente en 2010 en área de Energía y Medio Ambiente. La Fundación García Cabrerizo destaca concretamente la importancia de sus desarrollos en materia de energía solar térmica, estando la explotación de sus ingenios en fase de discusión con algunas empresas españolas. Las nuevas patentes permiten disponer de un nuevo tipo de central termosolar a un coste más bajo que el actual.
Martínez-Val Peñalosa es Catedrático de Termotecnia en la ETS de Ingenieros Industriales de Madrid (UPM), de la que fue Director desde 1991 a 1995; también es patrono-fundador y director de la Fundación para el Fomento de la Innovación Industrial. Anteriormente ocupó el cargo de Presidente del Comité Científico y Técnico de EURATOM desde 2003 a 2010, y años atrás fue Presidente de la Sociedad Nuclear Española entre 1987 y 1988.
Compagina su actividad investigadora con la escritura. Bajo el pseudónimo de José María del Val fue finalista del Premio Planeta en 1981 con la novela “Llegaré tarde a Hendaya” (Planeta, 1982), una reconstrucción, a caballo entre la realidad y la ficción, de la reunión que mantuvieron Franco y Hitler. “Memorias del muerto. Así cayeron mi siglo y mi idea” (Pergamino, 2006) es su última novela histórica.
La Fundación García Cabrerizo fue creada en 1977 por Francisco García Cabrerizo, quien asumió como objetivo personal la promoción de la invención dentro de los campos de la industria y la ciencia españolas, una especialidad que por entonces no contaba con apoyos de la Administración ni con el reconocimiento público. La elección de los ganadores se realiza mediante un jurado, denominado Comité Científico Técnico, e integrado por personalidades del mundo científico, empresarial y académico de reconocido prestigio.