Explorar los fondos submarinos ha sido una inquietud del ser humano desde la segunda mitad del siglo XVIII, porque en el mar encontraremos los recursos que en la superficie se están agotando. Julio Verne imaginó una nave submarina que navegase por lo desconocido, pero serán los robots los que en nuestro siglo harán esta tarea.
Carlitos es un sorprende robot humanoide, pionero en el campo de la robótica submarina, diseñado y fabricado en la Escuela. Se trata de un robot que navega, manipula y camina mediante la propia transformación de su cadena cinemática. La idea es que el robot reemplace al hombre en lugares en los que no puede estar, como es el fondo marino, para desarrollar tareas peligrosas, de rescate, de recogida de muestras, con las habilidades de una nave submarina y de un humanoide tipo simio.
El equipo de investigación que ha hecho posible el proyecto lo integran: Roque Saltaren, como investigador principal, Rafael Aracil y Cecilia García, y los estudiantes de doctorado Gonzalo Ejarque y Gabriel Poletti .
El trabajo ha durado dos años tratando de recrear el fondo marino, y ahora empieza la búsqueda de nuevos materiales de fabricación y, sobre todo, fuentes de financiación que impulsen este gran proyecto.
En la revista de la UPM dedican un extenso artículo al humanoide.
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