Entrevista a Andrés Díaz Lantada, profesor e investigador de la ETSII-UPM
¿Cómo puede la ingeniería contribuir a la consecución del ODS 3: Salud y Bienestar? En particular, en la ETSII-UPM desde la docencia y la investigación ¿qué se está haciendo?
La ETSII-UPM es referente en el desarrollo de tecnología médica para promover la salud y el bienestar y los ingenieros industriales, por su visión multidisciplinar e integradora, son claros protagonistas en todo tipo de proyectos relacionados con el desarrollo de dispositivos médicos innovadores, en muchos casos asumiendo el liderazgo de los mismos. Es a través de la tecnología como se está reinventando la práctica médica. Debemos trabajar para que dichas tecnologías para la salud y el bienestar se desarrollen en colaboración con pacientes y profesionales de la salud, conforme a estándares internacionales de calidad y seguridad y perseguir que sean lo más accesibles posibles: que lleguen a quienes más las necesitan.
Nuestra escuela tiene una gran tradición y una enorme actividad ligada al estudio y desarrollo de soluciones para la salud, quizá la mayor de la UPM, que repercute de forma muy positiva en nuestras enseñanzas. Me gustaría citar algunos ejemplos pioneros y muy relevantes de profesores e investigadores: En nuestro equipo, Emilio Bautista y Julio Muñoz iniciaron una línea de trabajo en biomecánica y biomecanismos, que posteriormente Pilar Lafont orientó hacia el desarrollo de dispositivos médicos, en paralelo a la creación del Laboratorio de Desarrollo de Productos en 1997 y que desde entonces trabaja en esta línea con la inestimable ayuda de Pedro Ortego. Antonio Ros y Rafael Claramunt tienen una gran experiencia colaborando con traumatólogos en el estudio y mejora de todo tipo de prótesis articulares y en el desarrollo de modelos biomecánicos para su evaluación. En el ámbito de los biofluidos, con investigaciones sobre lubricación articular, destaca Javier Jiménez. Los robots bioinspirados desarrollados por Antonio Barrientos y Claudio Rossi, entre otros, tienen claras aplicaciones médicas. En el INSIA Luis Martínez dirige una unidad puntera sobre biomecánica del impacto. Más recientemente hemos visto las impresionantes aplicaciones del láser a la salud en la ponencia de Carlos Molpeceres del último Industriales Research Meeting.
En la actualidad, la ETSII-UPM destaca además por la labor docente, con participación del Departamento de Ingeniería Mecánica en titulaciones como los Másteres Universitarios en Ingeniería Industrial, Mecánica y Biomédica y el Grado en Ingeniería Biomédica con asignaturas dedicadas al desarrollo de tecnología para la salud. En el marco de “Industriales Ingenia”, profesores del máster de ingeniería industrial y del de ingeniería de organización impartimos de forma colaborativa las asignaturas “Diseño en Bioingeniería” y “MedTech”, en las que equipos de estudiantes con distintos perfiles viven el proceso completo de diseño, fabricación y validación de dispositivos médicos novedosos y analizan su viabilidad económica, todo ello en un entorno de promoción del emprendimiento. También en el máster de ingeniería de organización la asignatura Ingenia “Hospital del futuro” desarrolla reingeniería de procesos en un entorno hospitalario real. Son simplemente algunos ejemplos que confirman nuestra relevancia como escuela en relación con el ODS 3 y el impacto social de nuestras actividades.
¿Qué más se podría hacer para fortalecer la contribución a este objetivo desde la ETSII-UPM?
Resulta estratégico, al plantear actuaciones investigadoras y docentes, entrar en las metas concretas dentro de cada ODS, y buscar activamente actuaciones vinculadas de forma directa a dichas metas específicas. En el caso del ODS 3: Salud y Bienestar, en las asignaturas Ingenia “Diseño en Bioingeniería” y “MedTech”, hemos propuesto años monográficos, en relación a las metas 3.1 (reducción de mortalidad materna) y 3.2 (reducción de mortalidad infantil), en los que los dispositivos médicos planteados y desarrollados por los equipos de estudiantes tenían que orientarse a dichas temáticas. En proyectos de investigación recientes, hemos desarrollado dispositivos para diagnóstico en el punto de atención al paciente, especialmente para regiones remotas y con pocos recursos en relación a la meta 3.8 (salud para todos).
A nivel ETSII-UPM, en mi opinión, se desarrollan suficientes tecnologías médicas, en el marco de proyectos de investigación y de asignaturas orientadas a proyectos, como para comenzar con la organización de un seminario o workshopanual sobre “Tecnologías Médicas en la ETSII-UPM”. Por supuesto esta idea está inspirada en el gran éxito de los Industriales Research Meetings, pero la propuesta sería a una escala menor y con mesas redondas y sesiones de reflexión y debate. En ellas se potenciaría la creatividad, se encontrarían ideas, necesidades, áreas comunes, para colaborar entre nuestros grupos de investigación y unidades docentes y se formarían equipos para desarrollar proyectos que contribuyesen a la salud y al bienestar.
A nivel personal, también me gustaría hacer referencia a la Declaración de Kahawa, un manifiesto de reciente publicación con un llamamiento a la democratización de la tecnología médica, claramente en línea con el ODS 3, y en el que se proponen algunas de las acciones que van a guiar mis actuaciones investigadoras y docentes en la ETSII-UPM en los próximos años: el desarrollo colaborativo y abierto de tecnologías médicas, la creación de infraestructuras y comunidades de I+D+i online para un impacto global, una educación en ingeniería en el ámbito de la salud más inclusiva y diversa, la armonización de directivas y normas tecnologías y el establecimiento de alianzas que persigan el acceso universal a estas tecnologías. (Más información: https://journals.uct.ac.za/index.php/GHI/article/view/507/527).
¿Cómo se transmite a la sociedad el conocimiento generado?
La incorporación de las investigaciones a la enseñanza de la ingeniería es clave. El empleo de nuevos modelos, que ya desdibujan las fronteras entre investigación y enseñanza, orientados al desarrollo colaborativo de tecnologías médicas de código abierto y a la innovación a través de la educación, puede considerarse un elemento transformador. Por ejemplo, en el proyecto “UBORA” hemos creado una wikipediade dispositivos médicos que, además, guía a los ingenieros en el proceso de desarrollo completo de nuevos dispositivos médicos seguros y compatibles con la nueva Directiva Europea (MDR 2017/745). UBORAes ya una infraestructura de I+D+i y enseñanza online, plenamente operativa y abierta, que ayuda a conectar ofertas y demandas tecnológicas y en la que se comparte toda la información de las tecnologías para la salud desarrolladas a través de ella. Se persigue así un mayor impacto y una transferencia más directa. En menos de dos años, desde su presentación oficial, hemos creado una comunidad de unos 500 desarrolladores de tecnologías para la salud (de más de 30 países) y se han diseñado unos 200 dispositivos médicos innovadores. Además, se han desarrollado competiciones internacionales de diseño involucrando a unos 600 estudiantes y se han llevado a cabo dos escuelas intensivas de diseño de tecnologías médicas en Nairobi (diciembre de 2017) y en Pisa (septiembre de 2018) con 80 estudiantes y 20 profesores. El futuro de la tecnología médica es colaborativo. (Más información: https://platform.ubora-biomedical.org/).
Otra muy buena estrategia para transferir los resultados de investigación a la sociedad es la creación de empresas de base tecnológica. En la ETSII-UPM destacan a este respecto iniciativas como Biod(Bio-optical detection), con sus sistema de detección cuantitativa de biomoléculas, o RGB Medical Devices, especializada en la monitorización de signos vitales, promovidas y fundadas por los profesores Miguel Holgado y Ricardo Ruíz respectivamente. Son claros ejemplos a seguir. En otros casos, ayudar a las empresas a innovar es una alternativa también adecuada. Cabe mencionar, como ejemplo, la participación de nuestro equipo en el desarrollo de un kit de antibiograma rápido para detección de infecciones urinarias, a través de un proyecto financiado por la Corporación del Fomento de la Producción del Gobierno de Chile, para la empresa Diagnochip, que ya lo comercializa en Chile y está trabajando para su expansión a Colombia, Mongolia, Tanzania y Mozambique. Trabajar en equipos con perfiles diversos, internacionales y transectoriales es un aspecto vital en proyectos de ingeniería aplicada a la salud. (Más información: https://www.diagnochip.cl/).
Foto de cabecera:
Ejemplos de dispositivos médicos desarrollados en el ámbito de las asignaturas Ingenia “Diseño en Bioingeniería” y “MedTech” durante el curso 2017-2018:
a) Sistema para detección de malas posturas en el entorno laboral y mejora del bienestar.
b) Dispositivo para detección de caídas gestionado mediante inteligencia artificial.
c) Amnioscopio para examinar la cavidad amniótica y pruebas sobre simulador de parto.