Los sistemas inteligentes de control están en todas partes. Aseguran el ritmo de los corazones, siguen los paquetes, controlan los semáforos, guían a los aviones, estabilizan los coches. Están en el centro de los sistemas y servicios que utilizamos todos los días. De ellos depende gran parte del tejido tecnológico del que dependemos: desde los smartphones y las lavadoras hasta los hospitales y las naves espaciales.
Coordinador: Ricardo Sanz