Un post que recoge en imágenes y vídeos los efectos de Filomena y su paso por nuestra Escuela, en el corazón de Madrid.
Todos nosotros vimos con sorpresa cómo llegó un temporal que cubrió la Comunidad de Madrid por completo con un manto blanco nunca visto, más propio de un paisaje de los Alpes suizos. Las redes sociales se llenaron de fotografías de unos enfoque idílicos llenos de magia invernal, e imágenes en movimiento de exploradores de la nieve con sus tablas de esquiar y trineos improvisados.
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Pero llegó el día después y con él las dificultades de movilidad y el frío polar que helaba la nieve convirtiéndola en una pista real de patinaje, en definitiva, los problemas de un temporal que paraba de nuevo muchos territorios del centro del país.
Y detrás de todo este caos siempre hay un grupo de personas, solucionadores de incidencias, que, en la sombra, hacen su trabajo lejos de la notoriedad, el personal de mantenimiento. Han hecho un trabajo duro, muy duro, físico, palada a palada, con fuerza y tesón y sobre todo, con una gran generosidad.
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